lunes, 18 de noviembre de 2013

EL MIEDO NACIONALISTA

“La violencia es miedo de las ideas de los demás y poca fe en las propias”
Antonio Fraguas Forges

En una democracia y en un Estado Constitucional de Derecho, las libertades políticas y civiles son imprescindibles y el respeto a ellas es base para la convivencia democrática. La libertad de pensamiento, la libertad de expresión y el derecho a protesta son parte de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política y en diversos tratados internacionales. Esto ya es conocido, pero a veces es necesario repetirla y más aún cuando se presentan situaciones como los hechos de violencia ocurridos en el frontis del Poder Judicial de la Corte Superior de Justicia de Cusco.

El último jueves, así como semanas atrás, jóvenes estudiantes y profesionales salieron a protestar contra el actual presidente regional del Cusco, el nacionalista Jorge Acurio Titto, para exigir justicia por el caso denominado “Calca”, en el cual, nuestra máxima autoridad regional está involucrada.

Los manifestantes, varios de nosotros, con formación jurídica, sabemos que los jueces, sin presiones y de manera imparcial son los únicos que pueden declarar culpable por algún delito a cualquier persona, pero cuando un proceso, presenta ciertos hechos que no son normales ni admisibles empieza a causar sospechas. Desde la amenaza de muerte a la fiscal hasta las movidas en la Sala Superior que tiene a cargo el proceso, así como hijos de magistrados que laboran en las diferentes instancias del gobierno regional y otros más, hacen dudar de una verdadera imparcialidad e independencia en la función jurisdiccional. Es por ello que los jóvenes salimos a protestar, no para pedir o exigir que se sentencie de una manera u otra, sino que el proceso sea imparcial y así demostrar al pueblo cusqueño que contamos con un Poder Judicial digno y respetable, como muchos de los jueces que fueron docentes míos y siempre demostraron una actitud intachable.

Hay gente y sectores que pueden estar a favor o en contra de esta posición y todas las posiciones son respetables aunque tanto la mía o la de ellos pueda ser incorrecta. Así es el juego en una democracia y así se debe vivir en un Estado Constitucional de Derecho. Lo que no es tolerable, en un país que está construyendo su democracia, es la violencia como forma de imponer un criterio político o de cualquier clase. La violencia por parte de los trabajadores y seguidores de Jorge Acurio a los manifestantes es totalmente repudiable. Toda persona tiene el derecho a salir a protestar de la forma en que más le convenga y por lo que piensa que es justo, siempre y cuando sea pacífica. Lo que no debe ser permitido es la actitud matonesca de los que no están de acuerdo con esta protesta. En realidad, esto es lo que la sociedad tiene que condenar, la violencia política. Ya no se debe tolerar que por posiciones políticas a favor o en contra de algún personaje se rompan los huesos nasales a los que piensan distinto, pues eso pasó con Alain Arenas, joven estudiante de Odontología de laUNSAAC, que fue agredido por los defensores de Jorge Acurio y ahora tiene roto los huesos nasales. También sufrieron agresiones, pero más leves, otros jóvenes protestantes.

Pero esto no es el único hecho de violencia por parte de los nacionalistas del Cusco. En el III Encuentro Regional de Juventudes, los jóvenes del partido de gobierno atacaron en forma violenta a jóvenes que hacían firmar un pronunciamiento cuyo contenido era los errores en la organización de dicho evento y sugiriendo políticas juveniles nacionales. En vez de discutir o proponer una posición, los nacionalistas, utilizaron la violencia para reprimir un acto que es permitido en democracia y avalado por la Constitución.

En la redes sociales, como es natural, existe intercambio de ideas y de posiciones políticas. Son varios jóvenes de diferentes partidos e ideologías que nos enfrascamos en debates, muchas veces apasionados, pero tolerantes. Jóvenes de izquierda, liberales, apristas, comunistas, independientes debatimos y enfrentamos nuestras posiciones con nuestro nombre y sin ocultar el rostro, pero cuando los nacionalistas intervienen en las redes sociales, lo hacen con perfiles de Facebook falsos, sólo se dedican a difamar, insultar, mentir y colgar fotos y memes trucados para desprestigiar a los opositores. ¡Es una pena!


Todo esto demuestra que los jóvenes nacionalistas de la región del Cusco son intolerantes, no tienen cuadros que sean capaces de defender su posición política con formas democráticas lo cual demuestra un miedo al debate abierto, alturado y democrático. También se percibe un medio por lo que pueda pasar en el Poder Judicial...